En este laboratorio se procesan rocas y sedimentos para extraer microfósiles de pared orgánica (dinoflagelados, polen y esporas) y mineralizada (foraminíferos y diatomeas). Estos microfósiles se utilizan básicamente para determinar las edades relativas y los ambientes de sedimentación de las rocas que los contienen. Debido a las características biológicas de los organismos de donde provienen, estos fósiles contienen información sobre paleoambientes tanto continentales como marinos. La combinación de esta información con datos independientes es la base para construir modelos de evolución de cuencas (petrografía sedimentaria y estratigrafía) y de paleoclimas apoyándose en datos de isótopos estables y microfósiles calcáreos y silíceos.